El Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) mantiene una lista negra que identifica a las jurisdicciones con serias deficiencias en la lucha contra el lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo. Ser parte de esta lista no solo implica una advertencia internacional, sino que puede desencadenar graves consecuencias económicas, financieras y reputacionales para los países afectados.
Impacto financiero: aislamiento y restricciones
Los países incluidos en la lista negra del GAFI enfrentan restricciones severas en el sistema financiero global:
- Transacciones internacionales limitadas: Los bancos y entidades financieras extranjeras pueden negarse a operar con instituciones del país listado, dificultando el comercio y las inversiones transfronterizas.
- Mayor escrutinio en operaciones: Las transacciones internacionales se someten a revisiones exhaustivas, lo que ralentiza los procesos y desincentiva las operaciones.
- Acceso restringido a financiamiento externo: Organismos como el FMI o el Banco Mundial podrían endurecer las condiciones para otorgar préstamos o, incluso, negarse a concederlos.
Consecuencias económicas y reputacionales
El deterioro de la confianza internacional impacta directamente en la economía local, esto es medible a partir de la caída de la inversión extranjera que evitaría las transacciones de mercados que forman parte de un país de alto riesgo. Existe la posibilidad de una devaluación de la moneda nacional lo que en conjunto, daña la credibilidad institucional y del país.
La realidad es que generar la percepción global de que un país en lista negra es considerado un paraíso fiscal o refugio de actividades ilícitas, al final del día, erosiona la imagen del país ante la comunidad internacional.
Las repercusiones también alcanzan al sector privado y a la población general en forma de:
- Barreras para hacer negocios en el extranjero: Las empresas nacionales pueden tener dificultades para abrir cuentas bancarias o concretar operaciones internacionales.
- Restricciones para ciudadanos: Las transferencias internacionales pueden ser bloqueadas o sujetas a estrictos controles, y la expedición de visas puede reducirse.
En la actualidad, países como Corea del Norte, Irán y Myanmar forman parte de la lista negra del GAFI (actualización al 21 de febrero de 2025). Sin embargo, cualquier nación podría enfrentar esta situación si no refuerza sus medidas de prevención del lavado de dinero y financiamiento al terrorismo.
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